Un platza (palabra en yiddish que significa hombros o espalda) es un potente proceso curativo ruso que se disfruta en una habitación muy cálida conocida como schvitz or banya. Es una experiencia tradicional rusa distinta, como ninguna otra. Se hace en la banca más elevada, donde aumenta el calor, con una escobilla de hojas de roble llamada venik, que se compone de un conjunto fragante de ramitas muy frescas, con muchas hojas de dicho árbol. El aroma fresco a bosque del venik tiene el efecto de la sedación, y disuelve el estrés. Las hojas del venik despiden pitóncidos orgánicos, inhibidores de infecciones y reducen el crecimiento y desarrollo de sustancias patógenas en el cuerpo. También se liberan aceites esenciales, que impiden el envejecimiento prematuro de la piel. Las hojas del roble contienen un astringente natural que abrirá los poros de su cuerpo, eliminará las toxinas, y exfoliará la piel envejecida. El baño de vapor estimula la circulación de las proteínas y mejora la digestión de éstas, así como de las grasas, carbohidratos y elementos minerales. La actividad capilar de la piel se intensifica y da más fuerza al metabolismo, a la vez que el cuerpo se llena de energía y mejora el sistema inmunológico.